miércoles, 24 de marzo de 2010

LA ANUNCIACION



Menos mal que el Señor es bueno y misericordioso, porque si no, yo no sé donde andaría.
Me debería replantear seriamente descargarme el calendario litúrgico, imprimirlo, y pegarmelo a la nariz.

Hoy he salido del Centro de Orientación Familiar, donde hago voluntariado, pensando: "está lloviendo a mares, ¿y si no voy a misa? hoy es un día de diario," Me he dejado llevar por el Espíritu Santo, y mi coche me fue llevando, derechito a una parroquia, donde casualmente, también se reza visperas, no me gusta conducir con lluvia y de noche, así que ante mi deseo de ir a casa, se interpuso "y menos mal" la fuerza del Espíritu Santo.
Allí, me he enterado, es la vispera de la Anunciación de María, ¡y yo con estos pelos!, de verdad, creo que mi despiste, es fruto de la poca neurona que me queda después de intentar aprender en un nuevo servicio, dentro de mi empresa. Como nos absorbe la vida ordinaria, menos mal que Dios siempre me deja un hueco para Él

María, Madre de Dios, que supiste decir que ·Sí· sin poner ningun reproche, hazme más humilde, para poderle decir yo también que Sí.

1 comentario:

una madre agradecida dijo...

Ole, mi niña.

Ánimo con tu curso de formación. Eres una profesional.