Señores, se fue el "Rey del Pop", el rey de un tipo de música "bautizado" en su día así, por la sociedad. A lo que voy, es que hoy se me ha escapado en la homilia de la misa una carcajada cuando el sacerdote ha contado esta anecdota: "se me acerca una chica joven y me dice: se ha muerto un dios" Si fuera Dios, para empezar, no podía haber muerto, porque Dios está vivo. A mi me ha salido una carcajada bastante inocente y convencida de que Dios solo hay uno Único y muy vivo.
Yo siempre he visto a Michael Jackson con cierta distancia, me gustan sus canciones, pero no me gustan tanto como para privarme de otros discos, y comprarme mas tarde el de Michael Jackson.
Hace precisamente tres semanas, pasé por el espacio de música de unos centros comerciales y me tropece con uno de sus discos, me apeteció darme un capricho y me compré por fin un disco de los suyos. No sé si será premonición ¿podemos creer en eso los católicos? la cuestión es, que después de comprarme el disco a las tres semanas deja este mundo, que casualidad.
Mi cuestión es, cuando se muere una persona de está índole social, ¿se debe pedir por ella? o mejor no, porque solo sabemos de ella lo que nos han vendido los medios de comunicación.
Otra cosa que me ha llamado la atención, o por lo menos lo que me han dado a entender los medios es:
Tan machacado, prejuzgado, juzgado, incluso sentenciado pero en libertad, ha estado este hombre por la sociedad, y ahora esa sociedad es la que lo benera, le homenajea, y le califica por buen artista. Esté donde este esta persona que es como todos, no es nada del otro mundo, lo estará viendo, y se estará riendo, de lo hipócritas que podemos llegar a ser en este mundo.
De todas formas, chicas y chicos, he de preavisaros porque yo también he tenido la edad, y sé lo que se siente cuando pierdes a tu cantante idolatrado: son personas igual que nosotros que elijieron la dura profesión de artistas para vivir el dia a dia como tu y como yo, de cada ser humano nos queda siempre una huella, recordemosle con su huella, porque así estará siempre en nuestro recuerdo. Quiero decir con esto, y ya hablando claro, en que no se hunde el mundo.
3 comentarios:
Me he animado a escribir en relación a la pregunta de si debemos pedir por una persona "de esta índole social" que ha fallecido.
Mi opinión es que sí. Lamentablemente, ya no escuchamos en ningún sitio invitaciones a orar por los difuntos. Suelo escuchar: "Hicimos, en vida, todo lo que pudimos", y la gente, tras el deceso, se suele conformar con la misa del funeral.
La existencia del Purgatorio, dogma de fe de la Iglesia, y la Comunión de los santos, mencionada en la tercera parte del Credo Católico, nos invita a no dejar de orar por ellos, para 1) aliviar sus sufrimientos y 2) acercarles más rápido al Cielo.
Hasta el terrorista más sanguinario, si se arrepiente en su juicio particular, sufrirá un Purgatorio "bestial", ¿por qué no rezar por él? Jesús también nos dijo que orásemos por nuestros enemigos. Y Él perdonó a sus verdugos en la Cruz. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar? ¡Claro que debemos orar por él! ¿Acaso dudas?
Querida amiga del blog , gracias por introducirte y poner tu granito de arena en este, mi humilde e inexperto rincon, la verdad es que la pregunta está muy mal hecha, no es ¿debemos orar por el?, es, mas bien una afirmacion, pero como solo conocemos lo que nos han metido en los medios de comunicacion, mi pregunta sería ¿que conozco yo de él para poder pedir por él?
Bss
Querida Sonsoles: Yo no necesito saber nada de nadie para poder orar al Padre por él/ella. En estos tiempos que vivimos muy pocos mueren en estado de gracia, así que nos llevamos la mochila (alma) con un poco de lastre para el otro mundo.
Estoy segura que ante una catástrofe de la índole que sea, te nacerá rezar un Padrenuestro o una Avemaría pidiendo por las víctimas, las familias, los amigos... Este caso es igual. Basta saber que es un hijo de Dios más a quien, es muy posible, que le haga falta más de un Padrenuestro y una Avemaría.
Esto se llama Caridad Cristiana (gratis la recibimos de Dios, gratis la damos a los demás -estén donde estén-).
Siempre en mis oraciones, recibe un cordial saludo y un fuerte abrazo en Cristo Jesús. Noelia.
Publicar un comentario