El pasado domingo, tuve el placer de asistir a las ordenacionaciones sacerdotales de 17 presbíteros.
La Almudena se llenó hasta la bandera, yo me tuve que subir a una de las columnas mas cercana al altar para poder visionar tan preciado acontecimiento.
Los diáconos, algunos mas que otros, estaban nerviosísimos. ¡Cómo para no estarlo! ¿Sabéis lo que supone ser mensajero de Cristo? ¿que supone ser Evangelizador de su Palabra? ¿administrador de sus sacramentos? Como para no estar nervioso. Antonio María Rouco Varela, sacó unas palabras de aliento a uno de ellos, porque cuando le impuso las manos al parecer estaba temblando.
A la salida, como colofón final, divisé la imagen más tierna, que jamás me podía imaginar. Ví a mi director jugando con su sobrina de cuatro años, de lo mas tierna y divertida. ¿Cómo se puede englobar a todos los curas en la misma olla?
Los sacerdotes son un don de Dios, es una Gracia que nos concede, ¿Por qué siempre que hay algo bueno, se tiene que sacar los casos más oscuros y minoritarios? Alguno hay que no trabaja bien su ministerio, pero para eso está Dios, el que nos juzgará.
Recemos por estos nuevos sacerdotes. En especial por:
Luis Melchor
Jesús Durán.
Democracia
Hace 8 años